En un pequeño estudio improvisado, bañado por la luz azulada de una pantalla, Populus ajusta el micrófono frente a él. La cámara está en directo, transmitiendo a miles de seguidores de su canal de YouTube, un espacio donde se debaten los temas más controvertidos de la actualidad. Esta noche, el joven youtuber ha invitado a dos figuras opuestas para que, ante su audiencia, discutan un tema que ha dividido al mundo: el cambio climático.
En una esquina, está María, una climatóloga que ha dedicado su vida a estudiar los efectos del calentamiento global. Frente a ella, Donald, un magnate empresarial, conocido por su escepticismo sobre el tema. Populus, nervioso y ansioso por aprender, espera que este debate le ofrezca respuestas claras
Populus:
—Buenas noches a todos los que se están conectando. Hoy tenemos un debate que, estoy seguro, los dejará pensando. Por un lado, está María, una reconocida climatóloga con varios estudios publicados sobre el cambio climático. Y, por el otro, tenemos a Donald, un exitoso empresario que ha manifestado públicamente su escepticismo sobre el tema. Ambos están aquí para exponer sus ideas, y yo, como ustedes, intentaré decidir quién tiene la razón. María, Donald, bienvenidos.
María:
—Gracias, Populus. Es un placer estar aquí para hablar de un tema tan importante.
Donald :
—Gracias por invitarme. Estoy aquí para hablar de hechos, no de historias de miedo o especulaciones.
Populus:
—Perfecto. Entonces comencemos. María, muchas personas han oído hablar del cambio climático, pero no todos entienden realmente de qué se trata. ¿Podrías explicarlo brevemente?
María:
—Por supuesto. El cambio climático se refiere a las alteraciones a largo plazo en los patrones de temperatura y clima de la Tierra. Aunque los cambios climáticos naturales han ocurrido durante millones de años, lo que vemos hoy en día es distinto. Desde la Revolución Industrial, las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles y la deforestación, han incrementado los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo que atrapa más calor y, como resultado, aumenta las temperaturas globales.
Donald :
—Espera, espera, espera. Aquí es donde la gente se pierde, María. El clima siempre ha cambiado. ¿Acaso no hubo una Edad de Hielo hace miles de años, cuando ni siquiera existían las fábricas? ¿Cómo puedes decir que la humanidad está causando esto si el clima siempre ha cambiado por sí solo?
María, sonrió suavemente y dijo:
—Es cierto, Donald. El clima de la Tierra ha cambiado naturalmente durante millones de años, pero lo que enfrentamos ahora es diferente. La diferencia clave está en la velocidad y la magnitud del cambio. Durante la Edad de Hielo, esos cambios tomaron miles de años. Lo que estamos viendo ahora ha ocurrido en apenas 150 años. La ciencia nos muestra, a través del análisis de los núcleos de hielo y otras pruebas geológicas, que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera actuales son los más elevados de los últimos 14 millones de años, y ese aumento coincide con la industrialización humana.
Donald, con tono sarcástico afirmó:
—Oh, claro, la ciencia. A la gente le encanta esa palabra. Pero, mira, si realmente fuera tan serio como dices, ¿por qué seguimos teniendo inviernos fríos? El otro día nevó en abril en Nueva York. ¿Cómo puede ser eso si la Tierra se está calentando?
Populus:
—Sí, eso me confunde también. Si el planeta se está calentando, ¿cómo puede seguir haciendo tanto frío en algunas partes?
María :
—Es una pregunta común. El cambio climático no significa que cada día será más caluroso en todas partes. Lo que está ocurriendo es un aumento en los extremos climáticos. Las temperaturas promedio globales están subiendo, pero eso también desestabiliza los patrones climáticos. Por ejemplo, las corrientes de aire polar, que normalmente permanecen en el Ártico, ahora están fluctuando más, lo que puede traer olas de frío inusuales a regiones donde no se espera. Pero esto no desmiente el calentamiento global; más bien, es una consecuencia de ello.
Donald:
—Entonces, ¿qué? ¿Ahora la ciencia también puede justificar que haga más frío? Es un truco de palabras. Lo que quieren es que la gente crea que el mundo se está acabando para imponer regulaciones que destruyen la economía. Mira, yo he dirigido empresas toda mi vida. Si hubiera seguido los consejos de los “expertos” climáticos, mis fábricas estarían cerradas y miles de personas estarían sin empleo.
Populus:
—Donald, tú has sido muy exitoso en el mundo de los negocios, pero ¿no crees que el medio ambiente es algo que deberíamos proteger para las futuras generaciones?
Donald:
—Populus, claro que quiero un mundo limpio, pero sin arruinar la economía. Estos llamados ambientalistas quieren que dejemos de usar petróleo, carbón y gas, pero ¿qué nos queda entonces? ¿Energía solar y eólica? Eso no puede abastecer a una nación industrial como Estados Unidos. Es un sueño irreal.
María:
—Donald, eso no es cierto. Las energías renovables han avanzado mucho en los últimos años. Países como Dinamarca y Alemania están liderando el uso de energía eólica y solar, y los costos de producción han caído dramáticamente. De hecho, la energía solar ahora es más barata que muchas formas de energía fósil. Además, no se trata de destruir la economía, sino de transformarla. La economía verde está creando miles de nuevos empleos en todo el mundo. Es una oportunidad, no una amenaza.
Donald:
—Suena muy bien, María, pero aún así, no puedes negar que hay científicos que no están de acuerdo contigo. ¿Por qué hay tanta controversia si todo es tan claro?
María:
—Es cierto que hay científicos que no están de acuerdo, pero la gran mayoría, más del 97% de los climatólogos, coinciden en que el cambio climático es causado por el ser humano. Y es importante notar que muchos de los llamados “negacionistas” están financiados por la industria de los combustibles fósiles. Es un conflicto de interés. La ciencia no se trata de opiniones individuales; se trata de la acumulación de pruebas. Y las pruebas son claras: las actividades humanas están calentando el planeta.
Populus:
—Eso suena a teoría de conspiración, María. ¿Me estás diciendo que el dinero está detrás de todo?
María :
—No se trata de una conspiración, Populus. Se trata de intereses. A lo largo de la historia, hemos visto cómo grandes industrias han tratado de negar los efectos perjudiciales de sus productos. Pasó con el tabaco y está pasando con los combustibles fósiles. No es sorprendente que quienes se benefician de la quema de petróleo y carbón no quieran cambiar su modelo de negocio.
Donald :
—Bueno, Populus, yo sé una cosa: la ciencia también se equivoca. Han dicho tantas cosas a lo largo de los años que luego se probaron falsas. Y mientras tanto, mi negocio sigue creciendo y la gente sigue comprando mis productos. Si el cambio climático fuera real, no estaría aquí sentado hablando de esto; ya estaríamos en crisis.
Populus :
—Ambos han dado puntos interesantes. María, tu ciencia es convincente, pero Donald es un hombre de éxito, y si alguien ha hecho tanto dinero, debe saber algo que los demás no. Quizá tú también estés equivocada, ¿no?
María :
—Populus, el éxito financiero no es sinónimo de conocimiento científico. Los hechos están ahí, no son opiniones. Las temperaturas están subiendo, los océanos están acidificándose, y las especies están desapareciendo a un ritmo alarmante. No podemos ignorar esto solo porque algunas personas no quieren cambiar su modo de vida.
Populus, tras un breve silencio:
—Creo que lo que dices tiene sentido, María. Pero también veo lo que dice Donald. Es muy inteligente para haber hecho tanto dinero, y quizás tú me estás engañando de alguna manera, aunque no lo creas.
La cámara sigue grabando mientras los comentarios de los espectadores inundan la pantalla. Algunos aplauden a María, mientras otros defienden las palabras de Donald. Populus, aún indeciso, mira a sus invitados mientras apaga la transmisión, dejando la pregunta sin una respuesta definitiva.