El desafío de alimentar a China – Una realidad cada vez más cercana

Es muy corriente que en las conversaciones cotidianas se hable de China como la gran fábrica del mundo: la factoría planetaria que suple las necesidades de consumo de un grueso de la población mundial. Estamos hablando del país con la mayor población, alrededor de mil cuatrocientos millones de habitantes. Una nación que trabaja para miles de cadenas de producción y que lógicamente demanda alimentos para su propia supervivencia y goce. Cada día la dieta en China tiene rasgos más occidentales, ingredientes distantes a su valores ancestrales, lo cual está generando una secuencia de efectos ambientales a escala global. Este complejo país cada vez requiere más derivados lácteos, más carne de res y muchas más calorías al día.

El sistema de producción chino tiene algunos rasgos que vale la pena destacar: más del 90% de las granjas son de menos de una hectárea y en estos espacios se da todo tipo de agricultura. El gobierno chino se ve enfrentado a un problema: dar el alimento necesario a la quinta parte de la población del mundo con apenas una décima parte de su territorio apta para cultivos. A lo anterior hay que añadir que los paladares chinos cada vez son más sofisticados.

La estadística indica que el consumo de carne se triplicó desde la década de los noventa a hoy; el consumo de lácteos se cuadruplicó en el mismo periodo. Existen granjas como la de Modern Farming de 240 hectáreas donde habitan 2880 vacas lecheras, caso que contrasta con Colombia donde una vaca tiene en promedio una hectárea para vivir; a lo sumo, ganadería intensiva versus ganadería extensiva.

En 1963 el consumo per cápita de calorías en China era de 1594, en 1988 de 2416 y en el 2013 supera las 3100. En los mismos periodos de tiempo las cifras de EEUU fueron 2860, 3458 y 3682 respectivamente. Si nos remitimos al poder adquisitivo vemos un vertiginoso ascenso de un PIB per cápita de $195 dólares estadounidenses en 1980 a $8123 en 2016. Es decir, mayor poder adquisitivo sumado a un paladar en búsqueda de una dieta con un perfil más occidental y una población en constante crecimiento son las variables de una ecuación que debe nos debe poner a pensar.

La mezcla de tecnología y recursos disponibles permite que en una granja automatizada propiedad de CP group, según National Geographic, 3.000.000 de gallinas ponen al día 2.400.000 huevos. En efecto, los números en China sin duda siempre generarán asombro. Sin embargo más allá del asombro debemos preguntarnos si, ¿los actuales modelos de consumo mundial de alimentos en los que la dieta cada día es más homogénea entre naciones es sostenible? Ha llegado el momento de pensar que los problemas de seguridad alimentaria de China son de todos.

Director de la ONG Movimiento Ambientalista Colombiano

Artículo: Camilo Prieto Valderrama